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En más de una ocasión hemos visto métodos arcaicos, obsoletos y poco efectivos para hacer que un gamer deje su consola para hacer otra actividad, pero el método utilizado por una mentora en escocia no tiene cabidas.
Resulta que una señora de 55, de nombre Isobel McKenzie, se la había pasado tomando todo el día – típico en escocia – y luego tremenda farra le tocaba cuidar a un menor de 13 años. El chico, un gamer nato, llevaba horas enganchado con su XBOX, por lo que Isobel consideró oportuno que el chaval abandonara un rato la afición. Por desgracia el chico no soltó el control ni por un segundo y se negó rotundamente. Isobel se fue un momento a la cocina, y se trajo el cuchillo con el que cortarían el pavo de navidad, y volvió a sugerirle que dejará de jugar al menor, y comenzó un forcejeo que termino con lesiones en el abdomen del chico. Así lo relata el mismo:
Ella me golpeó en la parte trasera de la cabeza. Me puse en pie y la empujé. Empezamos una pelea. Me empujó contra la silla, y entonces vi que tenía un cuchillo. Volví a ponerme en pie e intenté empujarla, pero entonces me apuñaló. Me embistió.
McKenzie ha sido condenada solamente a cumplir 300 horas de servicio a la comunidad, pero bueno. El chaval posiblemente dejará de jugar inmediatamente cuando alguien se lo vuelva a pedir. ¿No es esto una exageración?, hubiese sido preferible la acción que tomo una chica con su novio para que dejara de jugar a la PS3.
